La cocina occidental cuenta desde siempre con excelentes carnes y con variadas y típicas formas de prepararlas. Son ricas en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del complejo B; su proporción de grasa depende del tipo de animal.

De todas las carnes, la de cerdo es la que tiene la cuota mas elevada como ingrediente básico en la dieta humana.

Las carnes no sólo son un alimento de gran importancia, sino que, para muchos aficionados a la cocina, constituyen un auténtico manjar. A pesar del rechazo que producen entre las personas vegetarianas, lo cierto es que no implican ningún problema nutritivo si son consumidas, como cualquier otro producto alimenticio, con moderación y variedad. Lo que si debe tenerse en cuenta es que las grasas contenidas en la carne son saturadas y, por ello, incrementan el colesterol.

En general, puede decirse que una carne es de calidad si procede de un animal sano, de buena raza, que haya recibido una alimentación cuidada y cuyo sacrificio contase con las debidas condiciones higiénicas y sanitarias.