
La función del aperitivo es relajar al comensal, prepararlo antes de comenzar la comida para disfrutar de un tiempo de excepción.
El aperitivo empieza a abrir los sentidos, es el primer contacto que se tiene para ganarse al comensal. La primera impresión es la que queda.
Lo ideal es disponer de un espacio diferenciado para servir el aperitivo antes de pasar al comedor; aunque servirlo en la mesa es lo más común.
Los aperitivos de la cocina popular se renuevan y adaptan con presentaciones sugerentes; los clásicos como el jamón o los canapés de foie dan paso a las cucharitas de porcelana, las copitas de espumas y las tostadas moldeadas.
En cuanto a las bebidas que se toman durante el aperitivo, los cócteles como el vermut o la margarita, ya no se demandan por los comensales; ahora se suele servir oporto, champán o jerez.
El aperitivo no debe ser copioso, ya que se trata sólo de abrir el apetito del comensal.
|